no puede ser atrapado;
si puede ser atrapado,
ya no anda por ahí.
Si quiere venir, que venga
-si se le da por venir-;
inútil es retenerlo,
hay que dejarlo partir.
Sólo si se va regresa
-sólo vuelve si se va-,
y yo dejo que se vaya
porque sé que volverá.
Eso que se va es “eso”,
y “eso” es también lo que viene;
y yo llamo “eso” a eso
porque ningún nombre tiene.
“Eso” es todo lo que ves
y también lo que no ves;
y “eso” es todo lo que es
y todo lo que no es.
*
Poema y dibujo de Douglas Wright
¿ Y el cronista Juan y su viaje por el circo intergaláctico ?
ResponderEliminarEstamos extrañando sus aventuras espaciales...
Hola. Espero que me disculpen. Tardo en tomar notas. No siento la necesidad de correr a mi libreta a registrar cada minucia, como me ocurría antes de partir. Desde que viajo por el espacio con el circo, las cosas que me ocurren, que veo, que escucho, quedan flotando en mí, como fino polvo estelar. Intento dejar que eso se aposente y hable solo, o dicte su forma. Busco salir del medio, no interferir. Adelgazar. El silencio aquí ya no me incomoda, ni siento ansiedad por llenarlo. La red de palabras sobre las que solía caminar se hace menos apretada, y yo más liviano. Adelgazo. Seguramente, a medida que me vaya amoldando a este entorno tan nuevo y singular, tan vasto, podré dar cuenta del viaje con palabras más cabales. Mientras tanto: mudo. En todos los sentidos del término.
ResponderEliminarDisfrutá entonces del silencio, o tal vez de los nuevos sonidos desconocidos para los que nos quedamos en la Tierra.
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